El ecosistema de la FAN en el contexto de la pandemia

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El COVID-19 ha marcado un antes y un después en la historia reciente de la humanidad; mientras los estados tratan de implementar medidas para paliar la situación, te contamos qué aportes puede hacer la nanotecnología y en qué están trabajando algunas empresas nacionales de base tecnológica.

La aparición repentina del SARS-CoV-2 ha provocado que muchos institutos y centros de investigación y empresas de base tecnológica de nuestro país, fundamentalmente aquellas ligadas al sector de la salud, tengan que redireccionar sus esfuerzos y destinar energías a la concreción de proyectos que tengan como objetivo prevenir, diagnosticar y/o tratar esta enfermedad, hasta hace unos meses desconocida, que se ha vuelto un problema complejo a nivel mundial.

El espacio de incubación de la Fundación Argentina de Nanotecnología, es un ejemplo de este estado de situación: empresas que venían trabajando en el diagnóstico del dengue y otras enfermedades o en el desarrollo de un tratamiento para el Síndrome Urémico Hemolítico (SUH), han decidido destinar sus capacidades al estudio de posibles soluciones que permitan mitigar el impacto de la pandemia en la Argentina.

Uno de los casos es el de la empresa Chemtest, constituída por investigadores de la Universidad Nacional de San Martín y el CONICET, y asociada a especialistas de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), que desarrolló un kit de diagnóstico rápido para el coronavirus COVID-19, basado en un sistema de detección molecular a través de tiras reactivas, que acaba de ser aprobado por la ANMAT. Estos dispositivos biomédicos, son semejantes a los que han desarrollado recientemente para detectar dengue, pero con la diferencia que ya no son de tipo serológico, sino basado en detección molecular.

Otra de las iniciativas que ha surgido en el entorno de la FAN producto de la aparición del coronavirus SARS-CoV-2, pertenece a la empresa Inmunova – originada en el Instituto Leloir -, la cual propuso el desarrollo clínico de un suero equino hiperinmune que tenga efectos terapéuticos contra el COVID-19. La tecnología que propone emplear para este desarrollo es muy similar a la que han utilizado en la elaboración del primer tratamiento en el mundo para prevenir SUH, que actualmente se encuentra en fase clínica II/III para su aprobación final. Este proyecto, fue uno de los 64 seleccionados de la Convocatoria Extraordinaria Ideas-Proyecto COVID 19, que entrega financiamiento y asesoramiento técnico para su concreción.

Con fines preventivos, resulta interesante también el proyecto de la Dra. Vera Álvarez, investigadora de INTEMA (CONICET-UNMdP) e integrante del Consejo de Administración de la FAN, y la Dra. Verónica Lassalle, científica del INQUISUR (CONICET-UNS), que propone desarrollar un material híbrido polimérico e inorgánico, antiviral, desinfectante y factible de ser aplicado en distintas superficies para evitar la circulación del coronavirus SARS-CoV-2. Inicialmente y con el objetivo de lograr la inactivación del COVID-19, este material será utilizado en ropa de protección sanitaria como mascarillas, guantes, ambos y otros insumos hospitalarios. Este proyecto también fue uno de los seleccionados de la convocatoria anteriormente mencionada – obtuvo un subsidio de USD 100.000 – y será realizado en colaboración con la Cooperativa Textil Pigüé, con la cual se está trabajando en el desarrollo del material para insertarlo en sus telas y volverlas antivirales.

A su vez, la empresa Mirai 3D, junto con el Rotary Club y la Fundación Barceló, comenzó a destinar tiempo de trabajo al desarrollo de máscaras de protección sanitaria para el personal de salud y cámaras anti-aerosol para la intubación / extubación de pacientes con COVID – 19; material que ya está siendo entregado en distintos hospitales públicos y privados del país. Esta empresa, que desde hace más de un año está incubada en el edificio de la Fundación Argentina de Nanotecnología, se dedica a la fabricación de réplicas de órganos en 3D con materiales de avanzada, comúnmente llamados “biomodelos”, que sirven y son empleados para la planificación y el entrenamiento quirúrgico.

Para el diagnóstico del COVID-19, las empresas Gisens Biotech y Zev Technology- ambas incubadas en la FAN – están trabajando en el desarrollo de otros métodos de testeo: la primera, a partir de un dispositivo médico – a base de grafeno – para detección directa y ultrasensible de SARS-CoV 2 en pacientes asintomáticos portadores del virus y, la segunda, en la producción de un test de diagnóstico molecular, a partir de una plataforma genómica, muy similar al que ya habían desarrollado previamente para otras enfermedades. Gisens se dedica fundamentalmente al desarrollo de dispositivos de diagnóstico portátil para pacientes con enfermedades renales y Zev a la producción de plataformas genómicas de diagnóstico molecular para predecir, diagnosticar y/o evaluar el tratamiento de enfermedades con mayor grado de certeza.

Por último, otro caso a destacar es el de Adox S.A., empresa dedicada a la producción industrial de equipamiento e insumos médicos, que desarrolló junto con la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA) un sistema que permite adaptar, rápidamente y a muy bajo costo, respiradores de anestesia para ser utilizados en pacientes afectados por COVID-19, con necesidad de ventilación asistida. Hasta el momento, llevan reconvertidos 100 respiradores de anestesia en respiradores de terapia que se han distribuido en distintas instituciones públicas de salud de Capital Federal y la provincia de Buenos Aires. Esta empresa, en conjunto con el Instituto de Nanosistemas de la UNSAM – instalado en la FAN -, ha creado recientemente Hybridon, un recubrimiento antimicrobiano, a base de nanopartículas de plata y cobre, que se aplica luego de desinfectar una superficie que requiere bajos niveles de contaminación.

El impacto social y económico provocado por el COVID-19 es evidente y la necesidad de tomar medidas concretas para evitar su propagación y mitigar sus consecuencias negativas se vuelven cada vez más relevantes. Es por ello, que el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, el CONICET y la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación han aunado esfuerzos para crear la Unidad Coronavirus, que tiene como objetivo poner a disposición el financiamiento y todas las capacidades de desarrollo de proyectos tecnológicos, recursos humanos, infraestructura y equipamiento que sean útiles para paliar los efectos de la enfermedad. En este contexto, la FAN cumple un importante rol brindando asistencia a los emprendimientos incubados en su espacio.

De los 900 proyectos presentados a la Convocatoria Extraordinaria Ideas-Proyecto COVID 19 – organizada en el marco de la Unidad Coronavirus -, 80 de ellos tienen vinculación estrecha o tangencial con la nanotecnología y 12 de ellos integran el ecosistema de la Fundación Argentina de Nanotecnología. Contar con las capacidades científicas y tecnológicas para poder afrontar un problema como el actual es una ventaja comparativa evidente que ya vislumbra algunos primeros resultados. El proceso de obtención de una vacuna es temporalmente incierto; por lo pronto, es prioritario desarrollar estrategias de prevención, diagnóstico y tratamiento que nos permitan afrontar el futuro con la menor cantidad de pérdidas posibles; atendiendo a todos los aspectos de la pandemia.


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