Chemtest es una de las primeras empresas en instalarse en la Nanofab, el espacio destinado a la incubación de PyMEs de base tecnológica de la Fundación Argentina de Nanotecnología.
Actualmente, ya tiene en funcionamiento sus 150m y está a la espera de las habilitaciones pertinentes del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) y la Administración Nacional de Medicamentos Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) para comenzar a producir y comercializar los sistemas de diagnóstico para enfermedades humanas y animales que ha desarrollado.
Esta joven empresa, que surge de la asociación de tres investigadores del Instituto de Investigaciones Biotecnológicas de la Universidad Nacional de San Martín (IIB – UNSAM) y la farmacéutica Biochemiq S.A., tiene como objetivo desarrollar sistemas de diagnóstico de enfermedades humanas como el Chagas y el Síndrome Urémico Hemolítico y de enfermedades animales como la Brucelosis y la Fiebre Aftosa, a través de dos plataformas: una denominada Elisa (Enzyme-Linked Immuno Sorbent Assay), que permite analizar una gran cantidad de muestras y que debe ser realizada en laboratorio por la necesidad de equipamiento, capacidades humanas e infraestructura adecuada y la otra LFIA (Lateral Flow Immuno Assays), similares a las tiras del Evatest, que posibilita hacer el análisis en campo y obtener resultados en pocos minutos.
Hoy en día, Chemtest, que dio sus primeros pasos en 2013 con el financiamiento de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación, a través de un proyecto Empretecno, cuenta con un equipo de trabajo de ocho personas. A los tres investigadores del IIB-UNSAM y a los dos socios de Biochemiq que conforman su consejo directivo, se sumaron recientemente un doctor en biología molecular y biotecnología, un técnico profesional y un estudiante de doctorado que realizan las tareas diarias.
Su espacio dispone de dos unidades, una destinada a la elaboración de los sistemas de diagnósticos para enfermedades humanas y otra para las enfermedades animales, con un laboratorio central de control de calidad y preparación de reactivos, otro con temperatura y humedad controlada para el dispensing de esos mismos reactivos, un área seca con un 20% menos de humedad relativa para el ensamblado y colocación del packaging, un área de preparación final de los productos y un depósito refrigerado para guardar la producción.
El armado de estas instalaciones y la compra de su equipamiento fue posible gracias al financiamiento otorgado a través de los Proyectos Regionales Integrados (PRIs), que la FAN gestionó y administró, perteneciente al Programa Nanopymes, del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva y la Unión Europea, que buscaba acelerar la puesta en marcha de sus actividades y el lanzamiento de los productos al mercado.
Según el Dr. Andrés Ciocchini, representante de Chemtest, “este apoyo es fundamental para una empresa de base tecnológica porque se requiere de mucha inversión con alto riesgo y los frutos se ven a mediano o largo plazo”. Para finalizar y pensando en el futuro próximo, describió cuáles son los potenciales clientes de la empresa: “Nosotros apuntamos a vender nuestros productos a laboratorios privados de diagnóstico, tanto del sector veterinario como médico, a organismos del estado, institutos y centros de referencia, hospitales y centros de atención privada”.